Esta noche es Halloween, si queréis pasar un rato de miedo aquí os mostramos los ganadores del III concurso de relatos cortos de terror de la localidad de Carcelén.
Nos encontrábamos en mi casa jugando mis amigas y yo, cuando de repente, las calabazas que habíamos hecho para halloween cobraron vida.
Se lanzaron desde la mesa y vinieron a por nosotras diciendo:
- ¡Os vamos a comer!
Nosotras asustadas salimos corriendo pero las calabazas, que eran muchas, nos cerraron el paso.
- ¿Pensáis que vais a salir de la casa con vida?, necesitamos comer sangre humana para poder vivir y vosotras sois las elegidas.
Mis amigas y yo nos fuimos a la cocina y empezamos a coger utensilios para eliminar a las calabazas, cogimos: sartenes, ollas y platos.
Nos situamos estratégicamente y conforme iban entrando las calabazas a por nosotras les lanzabamos los utensilios, destrozándolas una a una. Después cogimos todos los trozos y los metimos en una olla y los hervimos a fuego lento y con mucha sal para evitar que volvieran a tener vida.
¡Qué susto nos hicieron pasar!¡No vuelvo a comprar una calabaza en la vida!
Al lado de mi casa hay una mansión abandonada y mis amigos me decían que estaba encantada.
Una vez mi hermano y yo pasamos por ahí, estaba la puerta abierta y entramos a echar un vistazo, recorrimos todas las habitaciones y no encontramos nada. Cuando íbamos a salir una sombra nos llamó la atención, nos dirigimos a ver que era y desapareció.
Cuando nos íbamos algo nos tocó en el hombro y nos giramos pero nos vimos nada y un escalofrío recorrió todo nuestro cuerpo y salimos corriendo, antes de salir de la casa oímos una voz que decía:
- N-O S-O-Y H-U-M-A-N-O.
Y mi hermano preguntó: -¿Quién eres?
- S-O-Y U-N F-A-N-T-A-S-M-A.
- ¿Y qué quieres?- pregunté.
- N-O Q-U-I-E-R-O N-A-D-A.
Fuimos al patio y nos encontramos una niña que estaba llorando, la cogimos y la llevamos a mi casa, la dejamos en mi habitación. Al pasar un rato volvimos a mi habitación y no estaba, fuimos a la mansión y vimos a un fantasma paseándose por los pasillos y de repente desapareció y apareció al lado nuestro y se transformo en la niña y nuevamente volvió a desaparecer.
Hasta el día de hoy no se sabe nada de la niña ni del fantasma.
Cuenta la leyenda que en un pueblo llamado Carcelén el día de las ánimas pasaban cosas muy raras. Un hombre llamado José no se lo creía y empezó a reírse de la leyenda. La semana antes del día de las ánimas empezó a oír gritos, lloros y voces, cada vez eran más fuertes.
La mañana del día de las ánimas cogió su burro y se dejo guiar hacia las voces, le llevaron a la Piedra del Mediodía, al día siguiente aparecieron muertos. No sabían que había pasado, sus amigos creían que se había vuelto loco y se había tirado.
Al año siguiente una semana antes del día de la ánimas sus amigos veían a José y a su burro por todos los rincones del pueblo y escuchaban gritos, lloros y voces. No se lo querían decir a nadie por si se reían de ellos.
La tarde de las ánimas las voces, lloros y gritos eran más fuertes y subieron todos hacia la Piedra del Mediodía y ellos hicieron lo mismo que José y se cayeron por el barranco.
Nadie más en el pueblo de Carcelén se han vuelto a reír de la noche de las ánimas, pues José y su burro acechan en todos los rincones del pueblo.
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