Los y las estudiantes de 5º y 6º de primaria de la sección de Carcelén del CRA Los Almendros han vivido una emocionante experiencia al programar y montar su propio robot bailongo. Con la guía y apoyo de Sergio, han logrado combinar creatividad, tecnología y trabajo en equipo para darle vida a este simpático robot.
A lo largo del curso, los estudiantes se han sumergido en diversas actividades que fomentan el pensamiento computacional desconectado, específicamente en el área de matemáticas. Estas actividades han sido fundamentales para desarrollar habilidades de lógica y resolución de problemas.
Durante las sesiones dedicadas al Proyecto de Centro (competencia matemática), entre otras cosas, los estudiantes han explorado el mundo de la programación junto con Sergio, utilizando herramientas como:
El proyecto del robot bailongo ha sido un ejemplo inspirador de cómo la tecnología y la educación pueden unirse para crear experiencias de aprendizaje significativas y divertidas. Los estudiantes no solo han aprendido sobre programación y robótica, sino también sobre la importancia del trabajo en equipo y la creatividad. ¡Todos y todas a bailar!
Scratch Junior: Una plataforma que introduce a los alumnos a los conceptos básicos de programación mediante un entorno visual y amigable.
Codey Rocky: Un pequeño robot educativo que ayuda a los estudiantes a entender las bases de la robótica y la programación.
Lego Education Spike: Un kit que combina piezas de Lego con componentes electrónicos para fomentar la creatividad y la innovación.
El proyecto de Almendrito no solo incluyó programación, sino también el montaje y ensamblaje de las piezas. Cada estudiante tuvo la oportunidad de contribuir siguiendo instrucciones y colaborando en equipo para dar forma al robot.
Una vez ensamblado, el siguiente desafío fue programar a Almendrito para que pudiera bailar. Los estudiantes pusieron a prueba su creatividad y conocimientos, desarrollando secuencias de movimientos que hicieron que el robot cobrara vida en la pista de baile.
Con el éxito de Almendrito, la clase de los mayores de Carcelén se prepara para nuevos desafíos. La experiencia ha sido tan enriquecedora que ya están pensando en futuros proyectos que involucren aún más creatividad y tecnología.