miércoles, 4 de noviembre de 2015

Ganadores del IV concurso de relatos cortos de miedo: ALATOZ

EL CEMENTERIO


Era el 31 de octubre, estaba con mis amigas y amigos jugando solos en el campo. Nos estábamos divirtiendo mucho, tanto que se nos hizo de noche, nuestros padres se iban a enfadar, por no llegar a la hora. Corrimos camino abajo hasta llegar al pueblo. Nos dimos cuenta que no había luz por todo el pueblo. Todos juntos acompañamos al amigo que vivía más cerca, tocamos a su timbre, pero nadie abría la puerta. Decidimos ir hasta la casa de otro amigo, pero tampoco había nadie, en ninguna de nuestras casas había nadie. Yo tenía llaves de mi casa, así pudimos entrar todos a ella. Algo raro pasaba. Nos asomamos por las ventanas, no se veía a nadie sólo coches abandonados en medio de la calle con las luces dadas como si hubiesen sido abandonados rápidamente. De repente sonó el teléfono de mi casa, lo cogí y er mi vecino diciendo que pusiéramos la televisión. Rápido, colgué el teléfono y puse la televisión, estaban las noticias informando que algo estaba pasando en todos los cementerios del mundo, los muerto habían vuelto a la vida y estaban devorando a todo el mundo que se cruzase con ellos. Mis amigos y yo nos pusimos muy nerviosos y asustados.
Una amiga gritó aterrorizada, tanto que se escuchó en toda la calle, al asomarnos por la ventana vimos como cien zombies corrían hacia mi casa. empezaron a empujar la puerta y a romper los cristales de las ventanas.

Mi casa ya no era segura. Subimos a mi habitación, desde la ventana con una cuerda nos fuimos tirando a la casa del árbol. Teníamos que correr muy rápido, ya que los zombies, nos perseguían. Estábamos solos en todo el pueblo. ¡¡¡ Todos los demás eran zombies!!!
Corríamos como locos perseguidos por ellos, sin saber donde ir, solo pensábamos en que no nos atrapasen.
Huyendo, huyendo, acabamos en el cementerio que era el único sitio don de no había zombies. Cerramos las puertas para que no pudiesen entrar. Mientras que intentaban pasar, hambrientos, mis amigos y yo pensábamos en cómo arreglar esta situación. Se nos ocurrió hacerlos entrar al cementerio y salir nosotros dejándolos encerrados. Haciendo mucho ruido conseguimos que entrasen todos y cerramos las puertas rápidamente.
Pasó la noche de Halloween y todo volvió a la normalidad.


Alba Ruiz Luengo

  UNA NOCHE DE TERROR

Era una noche de Halloween. Cuatro niños venían de la feria. Se llamaban Peter, David, Clhoe y Anna. Peter de edad 9 años, flaco y alto y llevaba una camisa roja y azul y los pantalones vaqueros. David de edad 7 años, moreno bajito y con una camiseta del Real Madrid. Clhoe de edad 11 años, mediana y rubia, con una camisa rosa. Anna de edad 10 años, alta, el pelo naranja y con una camiseta del Atlético de Madrid.
Como iba diciendo venían  de la feria y Peter ganó un osode peluche. Pero... resulta que no le gustaba, así que lo tiró a la basura de un centro comercial de la madre de Clhoe, y Anna dijo:
- Vamos a la tienda de mi tía y subimos a la habitación de arriba.
Entonces cuando subieron el oso estaba sentado en la silla. Se asustaron mucho y David dijo:
- Vamos a tirarlo por la ventana.
Cuando el oso cayó al suelo lo atropelló un autobús. Pero cuando se dieron la vuelta estaba sentado en el sillón. entonces Peter se asustó y lo tapó con el cubo. David, que era un poco miedoso dijo:
- ¡Vámonos abajo!

Cuando bajaron el oso estaba sentado en el mostrador.
Al verlo Clhoe dijo:
- Vamos a estirar cada uno de una pata para romperlo.
- ¡Si, vamos a romperlo! - dijo Anna.
Cuando lo rompieron mandaron cada parte del cuerpo a un país para que nadie lo volviera a reconstruir.
Vino el cartero y se las llevó pero cuando miraron al mostrador estaba allí el oso como si se hubiera cosido él mismo. Entonces empezaron a correr y a gritar:


- Sálvese quien pueda! ¡Está encantado!
Entonces Peter se chocó con el reloj de pie, miró la hora y era casi medianoche. Peter dijo:
- Mirad es casi medianoche.
- ¿Sabéis lo que significa? - dijo Clhoe.
- No.- contestaron todos
- La antigua leyenda cuenta que en este mismo centro comercial había un guardia que le hacían muchas bromas, al final el guardia se hartó y quiso hacer una broma para que nadie le volviera a maltratar. El guardia hizo como si estuviera sin cabeza, la gente se asustó mucho. Pero... eso trajo problemas, porque cuando murió, le cortaron la cabeza y lo llamaban el guardia sin cabeza. Lo enterraron en este mismo centro comercial y desde entonces todas las noches del 31 de octubre sale de su tumba para vengarse de todo lo ocurrido. Y hay muchas personas que dicen que quien se queda en ese centro comercial ya no se le vuelve a ver nunca más.
Entonces Peter dijo:
- ¡Faltan 5 minutos para medianoche!
Todos fueron a esconderse lo mejor que pudieron pero... cuando llegó la hora se oyeron unos pasos que se acercaban mas y mas hasta que los encontró.
Y ya no se supo nada mas de aquellos niños.

Sergio Requena Megías

PEDRO Y EL CÍCLOPE

Era una lluviosa tarde de octubre. Estaba en mi casa, sólo. En la ventana caía mucha agua, chocando fuerte contra los cristales. Eché una mirada distraída fuera y por un instante, solo por un instante ¡me pareció ver una sombra de un fantasma que estaba espiándome!
Yo me asusté y solté un grito: ¡Socorro! Con el corazón que no paraba de latir, miré de nuevo... Pero obviamente no había nadie. Así que me tranquilicé. En ese momento Pedro dijo: 
- ¡claro, soy tan miedoso!
Y de repente tocan y abro la puerta y veo una mancha de sangre de un hombre muerto. En ese momento se oyó un ruido, me di la vuelta y era un fantasma que decía: "te voy a matar ". Pedro gritó sin parar y corrió hacia la puerta principal para huir de allí y de repente se encendieron las luces y se oyó: "¿Primo?, ¿Primo Pedro?, ¿Estás ahí?,  ¿A que te he dado un buen susto?
Y dice Pedro: 
- "Jorge, ¿que haces aquí?"
- Es que estoy preparando con quien voy a ir a pedir caramelos.

- Ah vale.
Y de repente suena:
- ¿Hola?¿Hay alguien aquí? Soy Tea la maga
- Ah, hola prima Tea ¿cómo estás?
- Muy bien. Una cosa no sagas a la calle todos los muertos han vuelto a la vida y somos los últimos supervivientes, hay que hacer algo, se han llevado a Luis
- ¿Sabes donde está?- dice Pedro.
- Sí, está en el cementerio, hay que ir rápido a medianoche la bruja se comerá a todo el mundo.
Así que Pedro y Tea fueron en busca de Luis y los demás. Con el paso del tiempo llegaron al cementerio y había una casa terrorífica en la que se oía: "tío Pedro, prima Tea venir a buscarme".
Tea como era muy lista vio que en la entrada había trampas, tenía que saltar con un cuerda de una tumba y saltaron, abrieron la ventana y de repente sale un cíclope y la bruja dijo:
- Pedro me das un beso o no os dejo que os vayáis.
Le dió un beso y el cíclope se comió a todas las personas. y por eso nunca te fíes de un cíclope enfadado en una noche de halloween.


David Ruiz Almendros

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