lunes, 17 de noviembre de 2014

LA CONDUCTA DE LOS NIÑ@S Y SUS PROBLEMAS.




El profesorado del CRA Los Almendros con el asesoramiento de la orientadora del centro ha creído conveniente la  elaboración de un boletín informativo en el que se traten aspectos relacionados con el proceso de enseñanza aprendizaje del alumnado; cuyo fin es el de facilitar dicho proceso así como estrechar la colaboración familia – escuela, y en definitiva, hacer mas partícipes a las familias en la educación de sus hijos/as.

En este primer boletín trataremos aspectos relevantes en la conductas de los niños/as

LA CONDUCTA DE LOS NIÑOS/AS SE APRENDE
El niño desde el nacimiento comienza a aprender todas las habilidades que le son necesarias  para vivir. Los padres, los hermanos, los familiares,  los amigos, los profesores, las personas extrañas, la  calle, los medios de comunicación, etc., influyen en ese  aprendizaje.
También se producen aprendizajes erróneos de las conductas que no son deseables como las rabietas, las peleas, la desobediencia, los problemas con las comidas, los miedos, la falta de atención, la ansiedad, la timidez. La mayoría de lo que un niño hace, siente y piensa son CONDUCTAS APRENDIDAS

¿CÓMO SE APRENDEN LAS CONDUCTAS?
Lo que ocurre antes de la conducta y lo que ocurre después de la conducta.
Tendemos a realizar aquello que resulta agradable y gratificante y se tiende a apartarse de aquello que produce malestar. Si un niño pega a otro niño y recibe una felicitación de un compañero experimentará una emoción agradable.Esta relación hace que el niño aprenda a pegar para recibir la aprobación de los demás.El proceso de aprendizaje del comportamiento es mucho más complejo pero con este ejemplo se quiere resaltar cómo la conducta está en función de las consecuencias que obtiene el niño.La conducta infantil se aprende y puede cambiarse si les entrenamos para ello, administrando reforzadores sociales (Sonrisa, elogio, motivación, etc.) y convirtiéndonos en modelos a imitar.

EXPLICACIONES INADECUADAS DE LAS CONDUCTAS DE LOS NIÑOS:
1.- El recurso al destino y a la herencia: Estas expresiones “Ha nacido torcido, le sale de dentro, cuando le da, le da, ha salido a su padre”, fomentan entre padres y adultos actitudes fatalistas de desconcierto y desánimo y no favorecen la necesidad de cambiar la conducta en el niño.
2.- Las etiquetas “ apático, “ malo”, “está mal de la cabeza” “egoísta”, “hiperactivo”, son tan vagas e imprecisas que no nos permiten comprender lo que se quiere decir ni saber lo que ha ocurrido realmente y dificultan el acuerdo.

ORIENTACIONES PARA AUMENTAR CONDUCTAS ADECUADAS Y DISMINUIR LAS INADECUADAS:

Lo que siempre debemos hacer
1.- Observar y describir conductas de forma clara y precisa como método para comprender el comportamiento de nuestros hijos. Proponernos un objetivo concreto a conseguir en el niño y definirlo claramente.
2.- Explicar al niño lo que deseamos que haga.
3.- Valorar positivamente (premiar y alabar) todo intento de realizar ese objetivo por parte del niño.
4.- Debemos ignorar, cuando sea posible, las conductas inadecuadas.
5.- Que los premios vayan después de haber hecho la conducta que queremos aumentar.
6.- Hacer hincapié en el hecho de que él vale y es bueno y puede cambiar sus conductas erróneas.
7.- Cumplir las promesas que hacemos y hacer lo que decimos.
8.- Ayudarles a solucionar sus problemas pensando con ellos posibles soluciones.
9.- Exponer positivamente nuestros deseos: “Cuando termines de comer te daré el pastel”. En lugar de decir “Si no comes no te daré el pastel”.

Lo que nunca debemos hacer:
1.- Intentar persuadir con sermones.
2.- Recurrir a gritos, amenazas o arranques de cólera cuando se comporten inadecuadamente. Recordemos que estamos sirviendo de modelos.
3.- Intentar hacerles sentirse culpables mediante reproches o acusaciones.
4.- Compararle con otros.
Los problemas de conducta de los niños no son una cuestión únicamente de ellos, de su forma de ser, sino que implica a los padres en las relaciones que se establecen con ellos.
5.- Prometerles cosas que nunca cumpliremos.
6.- Traficar con nuestro cariño. “Te quiero si…”No te quiero si…”.El niño ha de saber que lo queremos siempre y que vamos a responder de él.
7.- Hacer cosas que interfieren con lo que decimos, por ejemplo, decirle ”no grites” y nosotros como padres gritamos cuando nos dirigimos a él.
8.- Infravalorarle, sólo o delante de otros. El niño puede equivocarse, cometer errores, podrá ser castigado por ello…..pero nunca porque sea malo o no valga.


Texto: Mª Carmen Fernández Almoguera .Psicopedagoga.

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